De: Antonio Pineda Gutiérrez «tónico»
No Hace muchos años, una candidata a diputada andaba en plena campaña y sus concentraciones esteban resultando un éxito. más que campaña, era un paseo triunfal.
: No obstante tanto éxito, todo quedó pequeñito cuando en un pueblo modesto ni mujeres ni niños se quedaron en el sus casas. Todo el pueblo acudió al mitin y la candidata se emoción tanto que, segura de la del que la emoción traicionaría y tal vez no contener pudiera el llanto, le pidió a uno de los miembros de su comitiva que le diera las gracias al pueblo por tan hermosa recepción.
Y el fulano de tal, miembro del Movimiento Juvenil Revolucionario, se trepo al camión que servia de templete y tribuna y desde ahí
Grito:
– Compañeros de partido: la candidata a diputada está tan satisfecha que les ofrece regresar tan pronto como pueda. Nunca le habían dado una acogida como esta.
Y de entre el montón de sombreros de palma, surgió una voz
anónima que dijo:
– Tenemos también pa ti, cabrón.
Tomado del libro; Entre Pujidos y Angustias, compiladores José María Figueroa Díaz y Nicolás Vidales Soto, Culiacán, Sinaloa, 1993.
