Poesía de Sinaloa
DON QUIJOTE
De: Jesús E. Valenzuela
Camina, de quimeras coronado
seco y cetrino, en su rocín mansueto
ceñidos cinturón, adarga y peto
y la tizona en el siniestro lado,
El inmortal Quijote, el esforzado
paladín de ideal, loco discreto,
enardecido por su amor secreto,
distante siempre, pero siempre amado.
Es ficción y es verdad; así el fecundo
anhelo va por la intrincada senda
de la vida falaz y encantadora;
El mal y el bien luchando por el mundo;
en el desierto abrasador, la tienda;
y en la profunda obscuridad, la aurora.
