Poema sinaloense
Niña de la calle
De Irma Garmendia
Huérfana y sin ti, creciste.
Sobre tu ser
se ahondaron los tintes
y los rostros
de la vejación y del miedo.
Ninguna huella de sonrisas
supo dibujarse
en las núbiles morbideces
de tu cuerpo.
No hubo sangre roja ni azul
que supieran defender
ni a tu alma ni a tu piel,
desmadejada prematuramente
en los antros del insulto
y de la muerte.
Ahora yaces
soledosa y pulida,
amortajada con la inerme luz
de tu silencio
y de la innegable
presencia y plenitud
de todas las ausencias…
Tomado de: Lunarios, Garmendia, Irma, Gobierno del Estado de Sinaloa, Archivo Histórico General, talleres gráficos Once Ríos Editores, Culiacán Sinaloa, 2004.
