Poesía sinaloense
Oda a un Granito de Oro
Por: Juan Eulogio Guerra Aguiluz
¡Rafael!
¡Rafael Buelna!
al que las minas constantes
de mi pueblo
arrojaron
con granito de oro;
en donde un día
en la ignominia
se sublevaron hasta los cerros,
Al que se graduó de hombre
de la noche a la mañana
exigiéndole cuentas al gobierno
con la fuerza del puño y de las armas.
Al que llevó por cruz
en su pecho
como tatuada al cuerpo
sudorosa canana.
Al que saltó
las bardas del colegio
sacando del redil
la caballada.
¡Y se cubrió de gloria
allá en Mocorito
en donde todo El
se hizo pueblo!
Al pequeño,
al pequeño
general de mis juegos
¡siempre adelante!
como quien sabe
que va a realizar
los sueños de un gigante:
A este canto yo
porque tenía que cantarle
desde el hito
maduro de la sangre
como se le canta al padre
que va en busca de leña
para atizar el fuego
que arde con la patria
en los homos inmensos
donde humeamos el alma.
Águila viva
que aún revoloteas
en lo alto de nuestros pensamientos,
que alcanzaste. el cenit
del «Sursum Versus»:
transmítenos la luz
para leer la letra
que escribieras
en medio de relámpagos y truenos;
transplántanos la fuerza de tus alas
para emprender el vuelo
y ver si ahora sí
hacemos realidad el sueño
de acabar para siempre al mal gobierno.
Tomado de; Presagio, Revista de Sinaloa; numero 19, páginas 23.
