Poetas sinaloenses
Enrique Pérez Arce
La Tambora
Por los arroyos del rancho,
Entre mucho sombrero ancho
y entre mucha yegua mora,
la «palomilla» de Pancho
Trae de «gallo» La Tambora!
La «tambora» en esta tierra
Es la banda primitiva;
Es la música nativa
Que el alma del pueblo encierra. . .
; Música de amor y guerra
Una raza de pensativa!
La tambora canta amores,
Esperanzas y, dolores y;
Con un aire campesino
va requiriendo los ojos
negros, los labios rojos,
y las trenzas enfloradas
Que han sido botín de enojos
Resueltos a puñaladas!
Entre el misterio de la hora
suena y suena la tambora!
Si la llevan a las citas
de las muchachas bonitas
en tibias albas y bellas,
a la luz de las estrellas
preludia «las mañanitas»
si el galán es desdeñado
«Por tahúr y enamorado»
este suele tocar:
«Yo soy el abandonado!»
Y en época de elecciones,
en las «manifestaciones»
del triunfo o de la derrota,
Entre gritos y ovaciones,
balazos y maldiciones
toca la «mamá Carlota!»
Tambora agreste y ranchera,
mexicana y soldadera,
Que por montes y por llanos
convoca un los mexicanos
un defensor de su bandera!
áspera, pero marcial
es su recia vibración
eco tumba musical y
del estruendo del cañón
Que retumba en nuestras dianas
y en nuestro Himno Nacional!
Ella y las revoluciones
en belicosas acciones
de villas y de ciudades,
saludando libertades
siempre unieron sus canciones!
El cuartel, el campamento,
y el pueblo, con ansia viva
sienten y aman la nativa,
estruendosa y primitiva
música de viento
Sinaloa; Nuestras tradiciones y pensamiento en el sus poemas
